Recomendación 2: Siempre baraja las cartas pensando en la pregunta que quieras hacer (ya sea autolectura o para alguien más) ya que al barajarlas mueves las energías del tema y así las cartas te den las respuestas que necesitas.
Recomendación 3: Si en plena lectura olvidas el significado de alguna de las cartas, observa la imagen, analiza sus colores y trata de sentir qué representa para ti antes de leer el libro y lo que simboliza. Las cartas no sólo tienen un significado único que viene de manual, sino que también tienen un significado simbólico que lo entrega cada quien y que es tan valioso como el de la guía.
Esperamos que puedas poner en práctica estas recomendaciones para que te ayuden al momento de realizar tus lecturas a otros o a ti mism@.
Conoce nuestro Tarot Reflejo del Alma
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Seguro que lo primero que pasó por nuestras mentes en ese momento fue "¿Por qué tan rápido? ¿Por qué está haciendo eso? Si sólo ayer le esta contando cuentos para dormir..."
¡Te quieres morir!
Nadie te explicó sobre esto, no sabes qué hacer. Cuando nació no venía con un manual y si alguna vez tuvo uno ya lo perdiste. Una parte de ti quiere gritar y morirse y dejar caer una bomba atómica, la otra parte de ti te pide que respires y que converses con él porque esto es normal a su edad.
A partir de los 11 años aproximadamente, es habitual que los chicos comiencen a buscar materias pornográfico. Que sea normal significa que la mayoría lo hace, pero eso no implica que sea positivo o recomendable, sin embargo, es bueno saber que ese es el rango de edad porque permite entender un contexto: La gran mayoría de niños (y niñas) seguramente están en las mismas.
Si te enfrentas a esta situación, te recomendamos que cuentes hasta 3, respires y entiendas que no es necesario actuar de forma inmediata, ya que los nervios y la incomodidad de ambos pueden jugar malas pasadas. Lo mejor en estos casos es pedir disculpas por la intromisión y hablarlo después, por ejemplo al día siguiente, cuando estén más calmados.
Antes de conversar, identifica primero qué es lo que más te complica de esta situación, para poder comunicarlo. Generalmente la primera reacción es pensar que está mal, pero te invitamos a que pienses con calma por qué para ti es algo malo ya que la masturbación es un proceso normal en la vida, que se exacerba en la adolescencia, pero no quita que sea un proceso habitual en los chicos y chicas de esa edad.
Cuando recuperes la calma, conversa con tus hijos los puntos que te interesa comunicar, recordando siempre el proceso de adolescencia en el que se encuentran y que la privacidad de TODOS es un derecho. A pesar de que sea tu hijo y viva en tu casa bajo tus reglas, tiene el derecho a la intimidad y a que golpees la puerta antes de entrar a su pieza, respetando siempre su respuesta.
Siguiendo estos tips, ambos se predisponen a una conversación más abierta, sin juzgarse los unos a los otros. Lo ideal es que el objetivo de esta conversación, como adulto, sea escuchar a tu hijo y estar abierto a sus preguntas y dudas respecto a estos temas.
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Creo que todas alguna vez pasamos por esto 😢 ¿lo recuerdan? Vimos nuestra ropa interior manchada (o pijama) que hizo que nos pasáramos mil pensamientos por la cabeza ¿Qué es? Qué me pasa? Hasta que nos dimos (o nos ayudaron) a darnos cuenta.
y recuerdan esos momentos que vinieron después de esta experiencia? "Estás grande" "ahora vas a tener que tener más cuidado" "ya puedes embarazarte" "ya eres todo una mujer".
Creemos que a todas nos habría gustado que esta historia haya terminado de esta manera, pero en varios casos no fue así, muchas en el momento de la llegada a la menstruación nos sentimos culposas, con verguenza e incluso con pena, pero creemos que hoy en día existe más información sobre este tema y cada vez tenemos más herramientas para afrontarlo y darle una solución amorosa a nuestras pequeñas, para que no vivan lo mismo que la mayoría de nosotras.
Nuestra tarea aquí es seguir informándonos, empatizar con nuestras experiencias para poder entregarle lo mejor a las chicas que vienen, sin exageraciones por parte de otros ni dichos como que desde ahora nuestra vida cambia y que ahora somos mujeres. Cosa que sí es verdad, nuestra vida cambia y entra a una nueva etapa donde estamos madurando físicamente y eso se empezará a notar cada vez más , pero tomémoslo como un proceso de crecimiento, de una forma tranquila y con mucho amor: Hay que seguir jugando y disfrutando.
La menstruación es un proceso natural que le pasa a todas las niñas y no por eso dejan de ser niñas.
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Mati creció escuchando a sus padres decir “NO PASA NADA” cada vez que se caía o se asustaba. Ellos lo hicieron pensando en ayudarlo y consolarlo, pero lo que él aprendió es que cuando se siente mal, lo más importante es hacer como “si nada hubiese pasado”.
Este tipo de frases dificultan al niño a reconocer su propia vivencia sobre los hechos ocurridos y generan una sensación confusa.
Lo que siente y lo que le dicen que debe sentir no encaja, entonces tiene tomar una difícil decisión: renunciar o reprimir lo que realmente está sintiendo para aceptar lo que sus cuidadores le dicen, ya que de este modo se asegura seguir siendo aceptado en su familia; el niño necesita pertenecer para ser cuidado y poder sobrevivir.
Estas frases marcaron a Matías y con los años se le hace cada vez más difícil reconocer sus sentimientos. Ni siquiera sabe cuáles son las palabras para decir cuándo está mal.
Piensa esto: si cada vez que tu hijo pequeño llora o se asusta le acostumbramos a escuchar la frasesita "no pasó nada", luego en la adolescencia le verás irritable e ido. Su cara será de preocupación y al preguntarle "¿qué te pasa?" te responderá "nada, no me pasa nada". En estos momentos, tu sensación como padre será de que no se quiere comunicar contigo, pero es porque recordará que tú le enseñaste que esas sensaciones se llaman "nada". Cuando estuvo triste, asustado o confundido y lo intentó expresar, le consolaron diciéndole "no pasa nada" y así aprendió a nombrar sus emociones.
Su caso no es raro, hay muchos como él. Por eso la psicóloga Carmen Moraga escribió la Guía para Padres Autoestima del Corazón que puedes encontrar en nuestra web www.teraideas.cl
Estas son las preguntas que motivaron a la psicóloga Carmen Moraga Hernández, quien tiene más de 12 años trabajando temas de sexualidad con jóvenes y sus familias, a escribir su libro “Bienvenida mi luna” para chicas adolescentes que ya vivieron su primera menstruación o que quieren aprender y estar preparadas para cuando llegue ese momento.
“No se puede cuidar ni querer lo que no se conoce” es otra de las frases que inspiraron a la autora. El libro está escrito en un lenguaje amable y tiene ilustraciones que apoyan y explican paso a paso el ciclo menstrual día a día. Que las chicas aprendan sobre su ciclo y como se relaciona con sus hormonas y sus emociones es una gran ayuda para su paso a convertirse en mujeres adultas, seguras y satisfechas.
Pero también es primordial un cambio en la conversación que tiene la sociedad completa con las chicas, dejar de hablar desde el miedo y la vergüenza. Parte de esto es la invitación de Carmen a renombrar al “aparato sexual femenino” para llamarlo “sistema sexual femenino” donde las emociones y lo biológico se unen en armonía.
Tradicionalmente el cuerpo de la mujer se explica desde la biología y desde su función reproductiva, pero ¡eso es solamente es la punta del iceberg! y deja de lado el potencial de las hormonas, sus ciclos encargados de una renovación constante y las emociones, que también son parte de nuestro ser.
La autora incluyó además temas relacionados con el autocuidado y los riesgos de la juventud, como la primera visita al ginecólogo, emociones, yoga para esos días, riesgos de internet, qué es el porno, ciberacoso, infecciones de transmisión sexual, entre otros.
Un fenómeno interesante
Carmen nos cuenta: La verdad es que el libro ha sido muy bien acogido en las familias que ya lo tienen y llaman la atención los mensajes de agradecimiento como:
“Muchas gracias, nos encantó el libro y con mi hija nos hicimos la rutina de leerlo todas las noches. Ambas hemos aprendido mucho”.
"A mi hija le encantó. Es atractivo de leer, con lenguaje cercano y directo. Trata los temas con apertura, respeto y sin tabúes. Nos gusta a mucho el enfoque y, además, a partir de su lectura se han generado diálogos maravillosos."
"Precioso y asertivo libro, es justo lo que necesitaba para mi princesita que acaba de cumplir 13 años y comienza esta hermosa etapa de transformación maravillosa. Ella está feliz leyéndolo en este período de descubrimiento y aprendizaje. Muchas gracias por esta bella creación!!!"
Es algo que no esperaba, escribí este libro pensando en las chicas, pero al mismo tiempo el mensaje ha llegado a las mujeres adultas. Mi sueño es que en 20 años más, cuando las lectoras de hoy crezcan puedan reconocerse como mujeres plenas que cuidan y quieren su cuerpo y sus emociones. Haber aportado a eso será una de mis satisfacciones más grandes.
SOBRE LA AUTORA
Carmen Moraga Hernández,
Madre de tres varones y psicóloga chilena con más de 12 años trabajando temas de sexualidad con jóvenes y sus familias. Educadora de Disciplina Positiva. Coautora del libro ¿Cómo Estoy? de editorial Teraideas.
Puedes seguirla en su instagram @carmen_amancay
Si tienes hijos adolescentes, te habrás dado cuenta de todo lo que ha cambiado el mundo en los últimos años y todo lo que puede seguir cambiando hasta que ellos ya sean adultos. Teniendo eso en cuenta: criar adolescentes hombres hoy se convierte en un tremendo desafío.
Te invito a repensar tus conversaciones con él y salir de los diálogos en la zona de confort masculina: como el partido de fútbol, el asado y la conversación banal sobre el sexo opuesto y la sexualidad. Son temas básicos, fáciles de llevar, pero aburridos y monotemáticos en un mundo que para los chicos está lleno de estímulos más llamativos e interesantes, como también de dudas y confusiones propias de su edad.
1) El primer paso es quizás el más difícil
¿Te has atrevido a profundizar en el diálogo con tu hijo adolescente? y si lo has logrado, ¿has podido mantenerlo como un hábito? Cuando pregunto esto durante una sesión con padres de hombres adolescentes muchas veces me responden “no logro conectar” y claramente es difícil porque ¿cómo entenderlos profundamente si nosotros mismos no recibimos ese conocimiento? y ¿cómo orientarles si muchas veces estamos desconectados de sus intereses? Quizás la solución esté en nosotros y para conectar con ellos primero necesitemos conectar con quiénes somos.
2) Un acercamiento auténtico
Aprovecha de preguntarte ¿cómo fuiste de adolescente? ¿cómo te sentías en esa etapa de tu vida? Sacude la alfombra de tus experiencias escondidas. Tómate el tiempo para recordar tus aciertos y errores como el adolescente que alguna vez fuiste. Permitirte revisar que te faltó por recibir de tus padres. Esto puede ser útil para encontrarte y conversar con tu hijo.
Imagina por un momento esto en tu mente: cuando un padre se hace cargo de sus carencias puede conectar profundamente con la crianza y apoyar las carencias del hijo adolescente para que se sienta realmente visto ¡qué importante es ser visto!
3) Las caricias emocionales
Por lo general, los padres me mencionan haber vivido una adolescencia con desconexión afectiva con sus propios padres, con duros castigos y carencias afectivas. La masculinidad que muchos de ellos aprendieron les enseñó que “llorar es de niñas”, “muéstrate fuerte”, “si te pegan, pégale” y un sinfín de creencias limitantes para el crecimiento emocional de una persona.
Muchos de estos padres no quieren repetir ese patrón, pero es difícil cambiar lo que se ha aprendido durante tantos años. Para estos casos la recomendación es dar un paso a la vez.
Si ese es tu caso y no sabes cómo mejorar el vínculo con tu hijo, aquí te dejamos algunas frases que puedes ir diciéndole a modo de caricias emocionales. Puede que al principio te cuesten, pero con el tiempo ya irán saliendo cada vez de manera más natural y se convertirán en alimento para el alma de tu hijo adolescente:
Estas frases te ayudarán a cultivar una masculinidad adolescente con valores y principalmente, la emoción de la ternura que es muy necesaria para crear autoestimas y relaciones sanas.
4) Ñutrakam
Esta es una palabra que la cultura mapuche usa para referirse a “darse el tiempo para conversar desde la sabiduría” y es un espacio muy valioso para las personas de este pueblo originario.
Los adolescentes siempre me comentan que disfrutan de los espacios de apertura al diálogo y expresión de sus gustos, inquietudes, pensamientos, emociones, inseguridades, sueños, heridas, dolores, errores y por sobre todo, para celebrar sus aciertos. Porque claro, están en el puente hacia el ser adultos, y su adolescencia es una fase de transición en donde tu apoyo y sabios consejos le servirán para mejorar la toma de decisiones en sus vidas.
Entonces aprovecha y busca crear momentos ñutrakam en tu casa. Por ejemplo, puedes sentarte frente a él o caminar juntos, cocinar algo, aprender una receta mientras se expresan. Lavar el auto, regar las plantas u ordenar, pueden convertirse en un espacio ideal para compartir consciencia, sabiduría y sanación. Como padre tienes un rol portador de sabiduría y experiencia, pero al mismo tiempo, estarás aprendiendo junto a él, sobre ti mismo y sobre él.
Lo más importante: Intenta que sea un espacio de diálogo, no una imposición de tu punto de vista.
5) Tus emociones
¿Alguna vez sentiste que no se te permitió expresar emociones o tuviste que reprimirte? Ese es el machismo que los hombres también sufrimos. Liberar las emociones, escribir lo que sientes, llorar y otras formas de expresión no son propias de las niñas. Son formas sanas para la liberación del dolor y es muy recomendable hacerlo. De otra forma acumulamos heridas que a la larga generarán daño en nuestra salud y en las personas que nos rodean.
También muchos fueron discriminados cuando quisieron vestirse con colores que se suponen hechos para mujer o tenían afición por la poesía o por la danza. Con el tiempo ellos renunciaron a lo que les gustaba hacer por miedo y crecieron con el sentimiento de la frustración. Por favor no repitas ese patrón en tu familia.
Como sociedad necesitamos jóvenes que se respeten entre sí más allá de sus múltiples diferencias, como también respeten a la mujer y todos los seres. De esta forma, cuando llegue el momento de que ellos se enfrenten al mundo, se identificarán con ser hombres libres de espíritu, plenos desde el alma al cuerpo, educados en el mundo emocional, abiertos al diálogo profundo, a la solución pacífica de conflictos e íntegros en sus valores. Todo esto lo pueden lograr con tu ejemplo y tu guía.
Por Cristóbal Bustamante Aguirre, psicólogo.
Instagram: @freshmind.cl
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No es tan difícil como parece, solo hay que abrir un poco nuestras mentes a la idea irracional que parece ser el miedo en los niños.
]]>El miedo en los niños es un concepto que la mayoría de nosotros como adultos, no entendemos, porque, aunque muchas veces pasamos por este en un pasado quizá muy lejano, pocas veces somos capaces de recordar el qué nos daba tanto miedo o de dónde nacía ese sentimiento irracional de huida que nos hacía querer escondernos tras paredes, mantas y por supuesto, bajo el ala de nuestros padres.
Ser niños, no es sencillo, aunque para muchos después de la adultez se piense que es una de las etapas más tranquilas de la vida, la verdad es que al ser niño no solo eres vulnerable, sino que también dependes de tus mayores, eres emocionalmente y mentalmente susceptible a todo lo que te rodea.
Teniendo una creatividad y un pensamiento ilimitado, es más posible que el miedo en los niños se vuelva algo tan complicado para nosotros como adultos.
Si a tus hijos les pasa constantemente y tienes ni idea de qué hacer, te bastará con seguir leyendo.
¿Cómo nace el miedo en los niños?
Siendo tan indefensos, los niños siempre tienden a temerle a algo luego de salir de los brazos maternos, donde se sienten seguros y resguardados, de hecho, el miedo en los niños se puede encontrar desde su nacimiento, porque al ser neonatos es frustrante y terrorífico salir del calor del vientre de la madre, que siempre estuvo protegiéndolos.
Esto, les despierta a los babés una sensación de inseguridad que se termina convirtiendo en miedo, sin embargo, en cada niño y niña, la raíz del miedo es diferente, esto varía según la personalidad, el carácter y la crianza, por lo que el miedo en los niños puede ir desde la más mínima cosa, a factores en su entorno que realmente puedan ser graves.
En todo esto, debemos de tomar en cuenta, que mientras el niño o nuestros hijos vayan creciendo y no los ayudemos con sus miedos y temores, estos irán desarrollándose, e irán creciendo, junto con ellos, llegando incluso a convertirse en temores patológicos.
Es por ello, que el miedo en los niños es de suma importancia atacarlos desde que estos empiezan a manifestarlos.
Los miedos más comunes en los niños
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Como lo dijimos con anterioridad, el miedo en los niños siempre es relativo, como padres nunca vamos a conocer o saber de primera mano el miedo de nuestro hijo, porque este puede variar, no obstante, existen algunos miedos que son patrones en los niños, se podría decir que son los más comunes, miedos que pueden aparecer esporádicamente o pueden perdurar años.
A continuación, te diremos algunos de estos miedos que podría tener tu hijo y te los explicaremos brevemente.
Se podría decir, que estos son los miedos más comunes en los niños, también debemos de tomar en cuenta el miedo a las catástrofes naturales, aunque este tipo no es tan común, otra cosa que debemos de tomar en cuenta, es que los más pequeños de la casa también tienen problemas y frustraciones.
A su vez, ellos transmiten sus experiencias traumáticas como miedos, una de las razones más evidentes, por las que debemos como padres de estar atentos al miedo en los niños y cómo se va desarrollando.
¿Cómo puedo entender los miedos de mi hijo?
En esas ocasiones en las que el miedo en los niños se convierte en una crisis y pasa a ser un problema o rutina, se puede decir que la mejor manera de entender los miedos de nuestros hijos es sentándonos con ellos, conversar, tener una escucha activa y saber que eso para ellos no es una tontería.
Ponernos en los zapatos de los más pequeños de la casa es fundamental, aunque es evidente que la mayoría de las veces es sumamente complicada, porque como ya nosotros, como adultos, hemos pasado por esa etapa, pensamos que no es necesario volver a ella. Y este, es el pensamiento más negativo e innecesario que puede aparecer en nuestras mentes.
Es por esto, que la mayoría de las veces para nosotros los miedos de los más pequeños parecen insignificantes, pero es justo ese pensamiento el que debemos de evitar, porque como son para nosotros los problemas laborales, familiares o de salud, son para ellos los temores que los acorralan. Tienen la misma importancia.
Una de las mejores maneras de entender el miedo en los niños es recordando los momentos en los que le tuvimos miedo a algo, recordando cuando éramos los más pequeños y estábamos en su posición, e indefensos y llenos de dudas, nos intentábamos defender de los miedos que nos atacaban.
Así, empatizamos un poco más con el miedo en los niños y podremos, conectar más con nuestros hijos, logrando inclusive una mejor relación con ellos y una mejor comunicación,
¿Qué puedo hacer para disminuir los miedos de mi hijo?
Como adulto tienes una ventaja: eres uno de los lugares seguros de tu hijo y puede que no entiendas nada, pero a continuación te daremos unas claves para ayudar a tu hijo a superar o disminuir sus miedos.
El miedo en los niños, como se puede ver, es más importante de lo que parece, es por esto, que necesitamos estar con los más pequeños de la casa y empezar a empatizar con sus miedos, como si fueran los nuestros, para ayudarlos a desarrollar su autonomía.
LIBRO RECOMENDADO ¿Cómo Estoy? para aprender a reconocer las emociones.
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Se dice que los antiguos sabios que desarrollaron el Yoga como técnica corporal, observaron a los animales y a la naturaleza para obtener las posturas y sus diversas formas, tratando de copiarlas en sus propios cuerpos para entrar en sintonía con la vibración de la creación y su diversidad. Parte de ese sabio interior que todos poseemos nos puede guiar hacia el auto-aprendizaje, usando ese mismo proceso profundo de observación en nosotros.
¿Cómo empezar a practicar?
Si nunca has practicado Yoga, las posturas pueden parecer fáciles o difíciles, dependiendo de tu relación con tu cuerpo. Pero esa no es una buena medida para empezar.
El libro “Sentir Yoga” fue creado, para que, al leerlo y mirarlo, puedas relacionarte con las formas de las posturas e imitándolas, comiences a despertar tu capacidad de aprendizaje en esta técnica.
Cada parte del libro está dispuesta para que puedas explorar, te ofrece guía en palabras sencillas, secuencias para complementar las acciones del cuerpo y además, te sugiere un diálogo con tus sentires, a través de reflexiones psicoemocionales en cada una de las posturas, con la ventaja de que puedes ir a tu propio ritmo y tomarte el tiempo de auto-conocimiento que quieras, hasta que ganes seguridad y fluidez en los movimientos de tu cuerpo.
Contenidos del libro:
Será fácil desarrollar una práctica personal a través de sus páginas; las secciones están diseñadas para informar sobre el sentido y los beneficios de entrar en cada gran familia de posturas y descubrir sus encantos. Develando una por una, las más emblemáticas de cada grupo y describiéndote como puedes armarlas, incluso con variaciones que se ajustan a tus necesidades personales.
Al final de cada sección, encontrarás secuencias que integran varias posturas de las que has estado conociendo, de tal forma que en tu propio espacio y por tus propios medios puedas hacer una “auto-clase” de Yoga. Todas las secuencias están pensadas para que vayas desarrollando tu ritmo y tiempos de permanencia, repeticiones o nivel de esfuerzo en las posturas según tus posibilidades.
Entonces, ¿cómo puedes usar el libro si quieres poner manos a la obra?.
1) Lee las partes de conceptos básicos, al principio del libro y de cada sección de familias posturales, es muy importante darle contexto e ideas fundacionales a tu mente para que te acompañe durante el camino que empiezas a recorrer.
2) Si nunca antes has hecho yoga de posturas, empieza desde el principio; usa el libro en el orden que se entregan las familias y las secuencias, avanza lentamente. Lee las instrucciones para armar la postura y las referencias de las acciones (desde y hacia dónde mover cada cosa, imágenes de sensaciones) antes de comenzar y luego ten en consideración la variación ofrecida en cada postura, hasta que reconozcas a tu cuerpo estable y flexible a la vez.
3) Cuando logres “estar” en la postura respira y busca en tus pensamientos y emociones. Escucha que te dicen. Cuando salgas de la postura, vuelve al libro y lee la reflexión, marcada con un *, en silencio contrasta tus sentires.
4) Al principio haz las secuencias día por medio, máximo cada dos días para ir creando una rutina que te ayude a mantenerte y avanzar en la práctica. Si estás recién empezando, repite cada sección por dos semanas al menos, antes de ir a la siguiente.
5) Cuando completes todas las secuencias y todas las semanas de práctica, podrás hacer cada vez más veces a la semana (incluso a diario) y avanzar usando 1 secuencia de cada familia, cada día que practiques, en el mismo orden propuesto del libro.
6) Ahora, sería un excelente momento para buscar a un instructor que vibre en tu misma sintonía y cosechar todo ese auto-conocimiento, reflexiones, diálogo personal y confianza ganados, para ahondar en la práctica de Yoga para el resto de tu vida.
Espero que atesores y disfrutes “Sentir Yoga”. Gracias por la voluntad y dedicación.
Texto escrito por: Jericó zambrano, instructora de yoga y autora del libro Sentir Yoga. www.radhika.cl y @salaradhika en instangram.
]]>Depende de cada persona cuál va a ser el resultado de la suma cuarentena+incertidumbre, lo importante es que se decida en consciencia, porque es nuestro propio crecimiento y bienestar el que está en juego.
Las emociones cumplen un rol poderoso en nuestras vidas
Las emociones están alojadas en el cerebro medio, y sobre éste, como una capa protectora, se desarrolla poco a poco la corteza cerebral (durante nuestros primeros 24 años), donde se aloja el pensamiento y la regulación.
Desde el nacimiento, y hasta el desarrollo del lenguaje, las emociones son las encargadas de activar la señal sonora (llanto, quejidos, gritos) para avisarle a nuestro cuidador que tenemos alguna necesidad. Esto es porque el cerebro medio tiene el control por el momento. Si el adulto acude al llamado, y satisface nuestra necesidad, entonces la emoción se transforma en calma, seguridad, satisfacción, etc. Si esto se repite en el tiempo, las emociones permanentes serán: seguridad, tranquilidad, confianza, entre otras. En cambio, si el adulto ignora la señal sonora y no satisface la necesidad, el cerebro activa la respuesta ante peligro de muerte y se desencadena una serie de funciones orgánicas destinadas a sobrevivir, por ejemplo, se secreta cortisol y adrenalina, se frena el gasto energético (disminuye o cesa el llanto para ahorrar energía), se mantiene el cuerpo en alerta, entre otras. Cuando estas situaciones son repetitivas en el tiempo, entonces las emociones permanentes serán: inseguridad, miedo, soledad, inferioridad, etc.
Estas emociones que se experimentan desde antes de nacer van modelando nuestro cerebro, formando un patrón y un molde para las experiencias posteriores. A través de la memoria, el cerebro va guardando la información aprendida, de esta manera, la próxima vez que se enfrente a una situación “similar”, ocupará el mismo patrón de respuesta.
Existen más de 300 emociones que derivan de las 4 principales: Felicidad, tristeza, miedo, ira
Conforme vamos creciendo, desarrollamos habilidades que nos invitan a nuevas experiencias y a su vez gatillan una infinidad de emociones. Esto hace que el cerebro se nutra de respuestas y formas de reaccionar. De esta forma, el cerebro aprende y más tarde repite el patrón una y otra vez, de forma automática, así lo hayas aprendido a los 5 meses o a los 20 años.
¿Estás criando? también estás creciendo
De todas las experiencias que podemos vivir a lo largo de nuestra existencia, la crianza es, a mi juicio, una gran oportunidad para el crecimiento personal y espiritual. Desde el momento en que nos enteramos de que estamos gestando una vida, comienzan a suceder, una tras otra, situaciones que nos exponen a un abanico de emociones y respuestas guardadas desde que nacimos. La mayoría de las personas, ignorantes de este conocimiento, simplemente lo interpretamos como un momento más, y lo expresamos como “ando lenta” “el embarazo me tiene sensible” “ando llorona” “la paciencia no me dura nada con este niñito”, etc.
Aprender a leer el mensaje
La invitación que hoy te hago es a salir de esa ignorancia y prestar atención a lo que te ocurre. Las emociones tienen toda la información que necesitamos para crecer, para alcanzar nuestros propósitos, para sentirnos poderosxs.
Cuando sientas rabia, además de gruñir o gritar, detente un momento y obsérvala, reconócela: “¡ah! Siento rabia” siéntela, deja que se exprese, escúchala ¿Qué te dice? ¿Quién te habla en esa rabia? ¿A qué te invita? Habitualmente la rabia se asocia con la fuerza… ¿En qué aspecto de tu vida te sientes débil? ¿De dónde puedes sacar esa fuerza que te hace falta? ¿Qué decisión puedes tomar a partir de esto?
Estos mismos pasos puedes seguir para cualquier emoción que se manifieste. Por ejemplo, el miedo nos muestra aquello que está carente de coraje, aquello en lo que me siento insuficiente. La tristeza nos muestra aquello que nos produce soledad, nos invita a la valoración de lo que tenemos y de quienes somos. Incluso las emociones que nos proveen bienestar nos entregan mucha información para saber qué queremos mantener o fomentar en nuestra vida.
Estamos viviendo un espacio de conexión único que otras generaciones no han tenido y que hoy podemos aprovechar para conectarnos con esas emociones que siempre estuvieron escondidas ¿qué mensaje te están entregando? Toma nota, probablemente es algo que te ayudará a crecer.
Texto de:
PAULA CARMONA E.
www.educopositivo.cl
Instagram: @pacarmon
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En su búsqueda de algo distinto, hace más de un año conoció el yoga como disciplina, gracias a una compañera de trabajo que se lo presentó. Desde un comienzo, le advirtieron que sería un cambio radical a todo lo que venía haciendo, que en ese minuto se limitaba a ir al gimnasio, y al cabo de un tiempo no pudo dejar de practicar yoga.
Si bien la crisis sanitaria por el Covid-19 ha impedido que pueda asistir a clases regularmente, está participando de clases virtuales gracias a su trabajo, y esto lo ha mantenido activo.
Recuerda que conocía vagamente lo que era el yoga, y tenía una visión bastante escética sobre el tipo de ejercicio que se realizaba. “Esto lo veía como ejercicios para mejorar la flexibilidad y cosas por el estilo. Jamás hubiese pensado que habían ejercicios de meditación, respiración, tonificación de músculos”, explica.
¿Cuál fue tu motivación para ser constante en la práctica?
-Cuándo empecé a conocer más y darme cuenta que esto iba más allá de músculos y flexibilidad, entré en un mundo más de estar conciente del aquí y ahora. Asistir a clases me hacía desconectarme del estrés de la vida. Poco a poco fui adquiriendo mejor concentración, meditación y suena raro, pero comencé a escucharme a mí mismo, estar conmigo y cuestionarme ciertas cosas. El yoga me dio este espacio.
¿Cuáles fueron los mitos que derribaste luego de lograr continuidad en la práctica?
-El primer mito que se derribó fue encontrarme con más hombres prácticando yoga. Siempre éramos dos o tres en clases de 10 o 12 personas. Me encontré con personas que eran más metódicas y profesionales que yo, que entraban a yoga complementando otras disciplinas como el running, surf, maratonistas y esto les permitía tonificar y mejorar su condición física.
¿Sientes que el yoga ha contribuido en cuerpo, mente y espíritu?
-Yo creo que sí. Me acuerdo que cuando me metí a yoga no pensé que saldría cansado de las clases, y salía exigido, transpiraba en clases, cosa que nunca imaginé. Todo esto es porque hay que mantener el equilibrio, las posiciones y las torciones. Este tipo de cosas no las piensas cuando ingresas a esta disciplina, te da un foco y una concentración que no se ve de afuera.
¿Compartes los logros que ha obtenido con tus amigos y familia?
-Mis hijos, mis padres y amigos saben que estoy en esto. Al principio no podían creerlo pero después estaban muy entusiasmados. Hay gente que te ve que sigues en esto y te pregunta si pueden comenzar, si están a tiempo y la verdad es que para el yoga no hay edad, no hay sexo, ni impedimentos para iniciar esta disciplina.
Francisco se muestra convencido que esto fue un descubrimiento que lo acompañará el resto de su vida. Para él, la práctica del yoga es un complemento en su día a día, es algo que le sube el ánimo y mejora su condición física.
Por otro lado, sostiene que hay mucha desinformación por parte de otros hombres que piensan que el yoga no los ayudaría a mejorar su condición física, a “bajar la guata, y caen en el estereotipo que para quemar calorías deben realizar ejercicios de cardio, y desde afuera el yoga no se ve con ese gasto energetico. Pero una vez que estás adentro, y comienzas a hacer de buena manera las asanas y fortalecer bien los musculos a apretarse un poquito al realizar ejercicios de equilibrio y torsión, te das cuenta que sí hay un gasto focalizado de energía, y que tiene emparejado la meditación y el estar con uno mismo. Algo que otras disciplinas no entregan”, explica Francisco.
Bajar el nivel de estrés y ansiedad de la sociedad actual es uno de lo beneficios más importantes que ve Francisco en el mundo de hoy. Por esto, cree que si todos tuvieramos estos momentos de meditación, de estar con uno mismo y de bajar el ruido externo la sociedad, todo sería mucho mejor de lo que es ahora.
]]>Cualquier dolor, cualquier preocupación, cualquier situación incluida por supuesto ésta, se agrava de modo exponencial si quien la sufre se obstina en pensar que: “solo me ocurre a mi”. Entonces, un buen punto de partida para movernos del pesimismo al optimismo es afirmar que nadie puede quedar ajeno a sufrir alguna consecuencia en este particular contexto. Seguramente al final de este periodo quedaremos con más preguntas que respuestas y esa es mi idea: una invitación a la reflexión, a cuestionarnos, a pensarnos, haciéndonos preguntas y NO necesariamente para encontrar respuestas inmediatas.
¿Puedes responder estas preguntas?
Esta puede ser una muy buena oportunidad para aprender y re aprender, a escuchar nuestro mundo emocional, darle voz a aquello a lo que no le damos habitualmente. En ese sentido te pregunto: ¿Puede ser la cuarenta una experiencia de aprendizaje? ¿Qué podríamos aprender en este período de encierro? ¿Qué estamos descubriendo de nosotros mismos? Quizás hay cosas que antes no veíamos… ¿Qué ha aparecido en esta cuarentena? ¿Qué ha desaparecido? Seguramente hay ciertas cosas que dábamos por hecho, cosas en el mundo de lo automático, de lo obvio, de lo invisible... ¿Qué cosas se tornaron visibles?, ¿Qué cosas se volvieron relevantes ahora en nuestras vidas?, ¿Qué hace que estas sean importantes?, ¿Qué va haciendo sentido? ¿Qué deja de tener sentido? ¿Qué nos está acomodando, qué nos incomoda?
Las emociones tiñen la manera en que vemos el mundo, las más presentes hoy en día entre nosotros son: aburrimiento, frustración, incertidumbre, rabia, pena, nostalgia, miedo, entre otras. Son emocionalidades que en la sociedad hedonista en la cual vivimos - centrada en los placeres, evitando a toda costa algún grado de dolor o sufrimiento - no tienen cabida, es más, cuando éstas llegan, es como si solo importara superarlas lo más rápido posible.
Es muy importante descubrir que las emociones NO son controlables, estas simplemente aparecen, y evitarlas es imposible. No puedes elegir qué sentir. Entendiendo que hay emocionalidad alterada esperable, dado que estamos en una situación anormal, nadie sabe responder de manera 100% adaptativa y funcional a este escenario nuevo y complejo, así es que en primer lugar debemos dejar de exigirnos y bajar las expectativas de llevar este período de manera “correcta”. (¿Acaso habías vivido otra pandemia como esta? Entonces, ¿Por qué habrías de saber cómo actuar?)
Vivamos esas emociones, habitemos estas emociones; sintamos la pena cuando hay pena, sintamos la rabia cuando aparece la rabia, lidiemos con el aburrimiento…dejemos que hagan su trabajo, quedemos un rato ahí, y preguntémonos: ¿Qué estoy sintiendo…lo he sentido antes? ¿Cómo me relaciono con esa emoción? ¿Qué función está cumpliendo? Sí, porque las emociones vienen para decirnos algo, por ejemplo; el miedo, tan presente en muchos de nosotros hoy en día, tiene “mala prensa” y está asociado a cobardía, siendo que es la emoción que nos cuida, en sus luces nos entrega la posibilidad de prepáranos, es extremadamente adaptativa y significativa, nos señala lo que queremos preservar, no escuchar el miedo puede generar consecuencias devastadoras. Te invito a ver una charla muy inspiradora en TED “Lo que el miedo nos puede enseñar” de Karen Thompson Walker quien plantea un punto de vista muy interesante con respecto a esta emoción.
Debemos aprender a legitimar nuestras emociones. Cuando las reconocemos, las aceptamos y las hacemos nuestras, se produce un proceso muy liberador y éstas cobran significado y sentido. Además, el hecho de pasar por las emociones, vivirlas y encarnarlas, va generando plasticidad y riqueza emocional, con lo cual podemos inclinarlas a nuestro propio beneficio y bienestar.
La regulación emocional comienza con sentir que la emoción es sana y siempre nos brindará información valiosa, eso no quiere decir que debemos reaccionar de cualquier manera impulsivamente; el comportamiento es la clave, podemos regular la fuerza de la emoción, se puede decir que un individuo influye en cómo se siente la emoción, cuánto dura, cómo se vive y cómo se expresa. No es malo sentir la emoción, pero no somos la emoción, debemos hacernos cargo de lo que sentimos y darle tiempo a que ella nos brinde otra manera de ver las cosas. La regulación emocional se aprende, se entrena. Al observarnos, al hacerlas conscientes, podemos desacoplar automatismos.
Con todo esto, podemos pensar en el hecho de que siempre podemos ELEGIR desde qué lugar nos vivimos las cosas que pasan, y en este sentido, la situación de cuarentena no queda fuera, podemos elegir.
En estos momentos en los cuales tenemos restringidas nuestras libertades individuales por un bien colectivo, no tenemos restringida la libertad de elegir qué actitud adoptar y qué queremos cultivar en este período. Podemos preguntarnos sobre que cuestiones nos preocupamos, si acaso estamos dedicando nuestra energía a aquello que de verdad nos importa…es la oportunidad de volver al centro, a re situar nuestros ejes…
¿Se puede ser feliz en cuarentena?
Escribiendo, me acordé de una frase que alguna vez leí que decía algo así: “la vida se define en como manejas el plan B”, imagino tiene que ver con que la vida es dinámica, en este sentido, es normal que se presenten hechos como los que estamos viviendo. No anticipados, no planeados y que es primordial contar con recursos que nos permitan reaccionar a los obstáculos e improvisar. Aquí van más preguntas para ti: ¿Has pedido ayuda? ¿Has hablado de cómo te sientes? Hazlo, cuando verbalizamos lo que sentimos, nos aliviamos, podemos tener conversaciones colaborativas y dialógicas, y rescatar la sabiduría que reside en cada uno de nosotros.
Esta puede ser la oportunidad de alejarnos del mundo un rato para mirarlo con cierta distancia, desde una nueva perspectiva, invitándonos a valorar lo que tenemos y lo que hemos perdido…depende sólo de nosotros la posibilidad de hacer de esta circunstancia un proceso de enriquecedora reflexión y transformación personal, camino que nos lleva a transitar tanto por luces y claros, como por las sombras y tinieblas que residen en nuestro interior.
No olvides que la felicidad es compatible con los problemas y el éxito es posible en todas las circunstancias. El desafío que tenemos siempre, sobre todo hoy, es aprender a convivir con los problemas, aprender a vivir en esta situación de pandemia, dejar el control de lado, fluir con ella.
Quisiera terminar preguntándote ¿Hay algo por lo que te felicites en esta cuarentena? ¿De qué te sientes orgulloso? Yo me centraría en aplaudirnos por lo que todos hemos conseguido: autorregulación y gestión, capacidad de adaptación y flexibilidad, creatividad, conciencia de limites, pedir ayuda y brindarla, identificar necesidades propias y de otros, alfabetización digital, etc.
El proceso de vivir se trata de pasar por experiencias, pero debemos poder aprender de ellas, es decir, capitalizarlas en aprendizajes. ENTREGUÉMONOS A LA EXPERIENCIA, REFLEXIONEMOS… partamos por aceptar todo tipo de emociones y experiencias. Este período no necesariamente tiene una connotación negativa, tampoco es una pérdida de tiempo, es una vivencia que nos marcará a todos, podemos ver muchas ventajas y de cada uno de nosotros depende su significado y sentido. Yo elijo y prefiero verla como una oportunidad ¿Y tú?
Todas las semanas, destina un día (todos los días Domingo, por ejemplo) para anotar pensamientos y reflexiones en un cuaderno, el hecho de escribir es muy importante para poder procesar nuestro mundo interior; nos ayuda a plasmar lo que sentimos y poner en perspectiva lo que nos pasa, podemos empezar a reconocer patrones de comportamiento, registrar ciertas tendencias, descubrir qué nos gusta, qué nos molesta, etc. Además de lo beneficioso que es tomarte una pausa para escribir y estar contigo mismo.
Algunas posibles ideas para comenzar…
En las siguientes semanas puedes ir comparando tus respuestas. Lo que escribas y releas te ayudará a tomar conciencia de cómo estás más allá de lo evidente y a ver una progresión de tus emociones.
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Autora: Geraldine Price P.
Coach Ontológico - Life Coach Licenciada en Psicología
Fundadora de Stay Wild Chile @stay_wild_chile
En general no les llama la atención
El 50% de los encuestados manifiesta que el yoga es una disciplina que no les llama la atención, pero les interesaría conocer más si tuvieran tiempo.
Prefieren deportes más intensos
Ellos tienden a preferir actividades físicamente más intensas. Ir al gimnasio, levantamiento de pesas o deportes colectivos. Así lo demostró el 20% de los encuestados que preferían un deporte, que a sus ojos fuera de mayor exigencia física. Esto demuestra nuevamente el desconocimento que existe acerca del yoga ¿sabías que según la Fundación LiveStrong, el Bikram Yoga puede eliminar hasta 800 calorías en una hora de ejercicio?
A la mujeres se les hace más sencillo
Si bien no es un sentir mayoritario en la encuesta, el 10% de los entrevistados cree que el yoga se le hace más fácil a las mujeres que a los hombres. Es una idea muy habitual, pero sin fundamento real. Cada persona tiene ventajas y enfrenta dificultades en la práctica que no están relacionadas con su género. En otras palabras, a todos nos cuesta 😉
Nos soy suficientemente flexible o joven para el yoga
Efectivamente hay quienes piensan que para iniciarse en el yoga necesitan alguna caracteristica especial. El 40% piensa que ser elasticos o flexibles es una condición. Tener implementos, incluso ser joven fueron algunas de las respuestas obtenidas. El yoga es un aprendizaje que se va moldeando a lo que cada persona requiere según su edad y posibilidades… un camino que no tiene un destino único para todos.
¿Qué te detiene?
Como podemos ver, el desconocimiento y la mitología que rodea al yoga es, en muchas ocasiones, uno de los principales enemigos de que esta disciplina no sea adoptada y conocida por más personas. En muchos casos, las ganas de comenzar esta practica estaban pero faltaba ese empujón inicial para entrar a este maravilloso universo.
¿Quieres empezar?
En casa, niños y niñas demandan nuestra atención, algunos están asustados y quieren dormir en la cama de los papás, otros están rebeldes y peleadores, otros tristes, hay quienes se están comiendo el refrigerador completo y otros que ya no desean comer. Aparecieron los miedos a la oscuridad, a que pase “algo malo”, inexplicable con palabras, que a veces parece sin sentido o irracional.
Tantas veces en estos días hemos visto sufrir a nuestros niños y no sabemos como ayudarles o no resulta lo que ya hemos intentado. Como mamá y como terapeuta infantil, les comparto algunas estrategias sencillas para hacer en casa.
La clave para conectar emocionalmente, es sencilla y la podemos resumir en la sigla RIE: RECONOCE - IDENTIFICA - EXPRESA.
1) RECONOCE
En este contexto país en particular, el desafío es doble, los padres debemos reconocer aquello que está causando el malestar de los niños y, además el CANAL mediante el cual, lo están expresando.
Te pongo un ejemplo;
Pablo tiene 6 años y hace una semana anda muy regalón, busca dormir con sus padres, pelea con sus hermanos, llora estrepitosamente y sueña que está en la calle, se suelta de la mano de su mamá y se pierde en el tumulto; despierta llorando angustiado. Durante el día tiene miedo de perderse o que a su mamá le pase algo malo cuando sale a trabajar.
En este caso el malestar sería miedo e incertidumbre. Es decir, esas emociones que se nos vienen cuando sentimos que se nos ha movido el piso y ya no estamos tan seguros como antes, sentimos que ocurrió algo que pone en duda nuestras antiguas seguridades.
Todas esas conductas extrañas de Pablo, tienen algo en común: “necesita aferrarse a quien le cuida porque siente MIEDO y, pelea con sus hermanos para asegurarse para sí, el máximo de atención posible, en palabras simples diego está pensando: “Aunque sea porque me estén retando, pero si tengo toda la atención de mis padres sobre mi, estarán atentos y no me podré perder ni me pasará algo malo”
¿Empieza a tener sentido?
Si te fijas, todas esas conductas extrañas que los niños presentan tienen un hilo, algo que los conecta y les da forma. En este caso, el hilo es el MIEDO y todas las conductas de Pablo, le ayudan a buscar estrategias para sentirse más seguro y contenido: que le pongan atención, que lo dejen dormir en la cama de los padres, que le hagan más cariño.
Si los adultos no logran ver este mensaje y lo retan porque se está portando mal, de todos modos se cumple el objetivo inconsciente, de tener para si la atención y protección.
2) Identifica o Sintoniza
Sintonizar es como si al igual que una radio, pudieras ecualizarte en la misma señal que tu hijo.
En el caso de Pablo, su canal es la EMOCIÓN, Pablo tiene miedo, está asustado ¡y no es para menos! De pronto, el entorno social se volvió violento, amenazante e inestable. La conversación rutinaria a cambiado, también los ritmos del día a día, las emociones de las personas que ve a su alrededor. Ante cambios tan repentinos es normal angustiarse y agobiarse, al no poder comprender que está ocurriendo.
Pero ojo, Pablo no está pidiendo explicaciones, está pidiendo seguridad y eso es una EMOCIÓN, por lo tanto, cualquier esfuerzo que realicemos por explicarle que todo va a estar bien o por qué están sucediendo los hechos que ve en su entorno, serán en vano, habrá que esperar a que Pablo pregunte ¿por qué está pasando esto? O preguntas similares como ¿por qué haya carabineros en las calles?, ¿Por qué la gente protesta? Esas son preguntas racionales y frente a ellas, sí corresponde dar explicaciones. Pero mientras Pablo, está soñando angustiosamente que se suelta y se pierde, o siente miedo de que a su mamá le pase algo malo, el canal de expresión es emocional, por lo tanto tu respuesta también debe ser emocional, necesita que lo tomen, que lo abracen, que sus adultos le hagan sentir protegido, seguro y cobijado.
3) Expresa
Esta es la parte más linda, donde puedes echar a volar toda tu creatividad
¡Expresa! La forma más fácil y la primera es hablar, decir “Estoy contigo”, “te estoy cuidando, estoy acá, te defenderé si estás en peligro” Háblale con frases que hablen de seguridad y protección.
¡Recuerda! Frases racionalizadoras que intenten explicarle la situación o decirle que “no tiene de qué tener miedo”, no vienen al caso en esta ocasión. Si, tiene miedo y no podemos ignorarlo ni pretender que no está. No podemos aplacar las emociones, ni hacerlas desaparecer, las emociones necesitan de otro que las reciba, que las contenga y sólo de ese modo, podrán salir y volver a la calma.
Además de hablar, hay otras formas, puedes usar la fantasía, ejercicios de respiración y de yoga, y también cuentos.
En el libro “Como estoy” podrás encontrar la actividad de las “Estrellas de gratitud” te la recomiendo mucho para estos días, también ayuda hacer masajitos, contarles de alguna vez que tuvieron niños cuando fueron pequeños y como lo resolvieron.
Y por último… no hagas y por favor, en serio no lo hagas.
🥰 Gracias por leer hasta aquí!
Autora: Carmen Moraga.
Psicóloga clínica, directora de Amancay Consultores y y coautora del libro ¿Cómo Estoy? para trabajar las emociones con los niños.
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*Esta columna es una reflexión y no intenta ser un diagnóstico.
]]>Por esto hemos pedido a Carmen Moraga, psicóloga infantil y coautora del libro ¿Cómo estoy? de nuestra editorial, que nos entregue 4 recomendaciones a tener en cuenta para educar en casa y ayudar a nuestros niños diariamente:
Los adultos que hoy estamos educando a nuestros hijos no recibimos (en su mayoría) educación emocional. Pero no te asustes, que reconociendo esto ya generas conciencia. Reconocer que somos analfabetos en educación de las emociones y que por eso necesitamos hacer un esfuerzo extra todos los días, genera una gran diferencia en como nos enfrentamos a este desafío.
Hay que entender que “no hay emociones malas”. El miedo, la pena, la frustración y otras, son emociones importantes porque nos ayudan a sobrevivir y a crecer como personas. Si el ciervo no le teme al fuego, no intentará huir de un incendio y podría morir. Si los niños no demuestran su sentir, serían inertes e incapaces de interactuar con sus pares.
En definitiva, las emociones son vitales y no son una moda.
Debemos ser coherentes entre lo que sentimos y decimos. Todos los días lidiamos con nuestras emociones de adultos, es importante reconocerlas frente a los niños y no sentirnos culpables si nos ven tristes o enojados.
Si estamos así, es mejor contarle cómo nos sentimos (con una explicación acorde a su edad), para que el niño vea que que somos capaces de comunicarlas y se motive a hacer lo mismo.
Por ejemplo, si el niño ve llorar a su mamá, le pregunta y ella responde “no pasa nada” se genera la primera inconsistencia en su emocionalidad... él responderá “no pasa nada” aunque por dentro esté muy triste.
Lo mismo pasa si el niño llora porque se cayó, no hay que tratar de tapar su dolor o su miedo con un "no pasa nada". Lo más recomendable es preguntarle cómo se siente y reconocer la validez de su respuesta.
Una buena idea es buscar juegos que hablen de las emociones, los niños aprenden mucho más fácil jugando.
El juego es un laboratorio, donde el niño experimenta lo que después puede poner más fácilmente en práctica. Por ejemplo, si en el juego entre adulto y niños, un personaje le pega a otro y lo hace llorar, el adulto puede sin salir del juego, ayudarle a expresar las frases para defenderse "No me gusta que me peguen" "No es correcto lo que estás haciendo" "Voy a buscar ayuda para defenderme" esto ayudará a que el niño integre esas respuestas más fácilmente y pueda aplicarlas en la vida real si se ve en un contexto similar.
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Carmen Moraga es Psicóloga clínica, directora de Amancay Consultores y y coautora del libro ¿Cómo Estoy? para trabajar las emociones con los niños.
su contacto es amancay.talleresyencuentros@gmail.com
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*Esta columna es una reflexión y no intenta ser un diagnóstico.
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Hace unos días escribí en mi muro de Facebook sobre la necesidad de mi hijo mayor de llevar sus juguetes favoritos en cada una de las actividades que realiza, aún las que requieren toda su atención y recibí muchos comentarios de otros padres observando las mismas conductas de sus hijos/as desde una nueva óptica. Esa conducta la llamé "desatención controlada" y ahora quisiera desarrollarla un poco más.
Cuando hablamos de ATENCIÓN, en términos simples, nos referimos a la capacidad de recibir diversas informaciones a través de nuestros órganos de los sentidos. Escuchamos, vemos, olemos, sentimos frío o calor, tenemos consciencia de nuestra posición corporal, hambre, sueño, etc. y nos enteramos de toda esa información al mismo tiempo.
La CONCENTRACIÓN es la capacidad de dejar de prestar atención a algunas de estas informaciones y destinar por un tiempo sostenido, nuestras capacidades sensoriales y cognitivas a una tarea en particular. Mi ejemplo clásico es "me aguanto las ganas de hacer pipí porque estoy CONCENTRADA viendo una película" es decir, dejo de prestar relevancia a una información sensorial, porque estoy enfocada en otra actividad.
Las capacidades de atención y concentración son distintas en cada persona y se desarrollan a lo largo de la vida, es decir, no le puedo pedir a un niño de 5 años que se CONCENTRE por más de 20 a 25 minutos. Si claro, hay varios que lo logran y eso no significa que se lo podamos exigir a todos.
Los sistemas escolares y laborales, nos exigen que nos concentremos por largos periodos de tiempo y de manera uniforme, es decir, todos ponen atención al mismo estímulo, al mismo tiempo, por ejemplo a la profesora que está pasando materia, sin embargo, ya sabemos que eso es imposible, todos somos distintos y además todos estamos teniendo un día distinto, al mismo tiempo en esa sala hay un niño que sus padres se están separando, otro tiene hambre, a otra la retaron en la mañana porque se hizo pipí en la cama, otro tiene sueño y hay una niña que está super contenta porque está teniendo un gran día hoy ¿Entonces cómo es posible que todos pongan atención y se concentren en la profesora de la misma manera?
Volvamos a los dispersos y la "desatención controlada" que en el caso de mi niño -y el de muchos/as de sus hijos/as- llenan sus espacios de "estudio" con juguetes. En un inicio intenté prohibirlo porque pensaba que lo distraían y el resultado fue atroz, se paraba a cada rato, se quedaba pegado, se le caía el lápiz mil veces y se quedaba por minutos debajo de la mesa buscándolo y al final terminaba agotado, dejando las tareas sin terminar y yo fastidiada sintiendo que mi hijo me estaba tomaba el pelo. Para los dos, el momento de hacer las tareas era lo peor de mundo.
Hasta que dejé de luchar con los famosos distractores, los permití para observar lo que ocurría y ocurrió la magia ✨✨✨, empezó a realizar las tareas con agrado, más fácilmente y por fin las terminaba 👏👏
¿Qué ocurrió? Los juguetes le generan seguridad, le dan calma, habitan en un espacio imaginario al que puede entrar cada vez que se siente cansado, desconcentrado o incómodo. Es como ir a refrescarse un rato y luego volver con más ganas. Y ¿por qué le llamo "desatención controlada"? porque descubrí que su estilo de concentración es de tramos cortos, necesita hacer pausas para luego retomar su tarea. Entonces es mucho más amable que sus juguetes estén al lado y no necesitar pararse, ni distraerse con "otras variables" como el vuelo de una mosca, con las que podría quedarse pegado y no volver a retomar su concentración
Estos juguetes son sus favoritos, es terreno conocido, por lo que siente que tiene el control de la situación y detecta rápidamente cuando está listo para volver a la "realidad" y continuar con sus actividades.
Y con está última reflexión me veo haciendo lo mismo...
Así está mi escritorio en este momento y estoy escribiendo este post cuando en realidad debería estar enviando un email de trabajo.
Carmen Moraga es Psicóloga clínica, directora de Amancay Consultores y y coautora del libro ¿Cómo Estoy? para trabajar las emociones con los niños.
amancay.talleresyencuentros@gmail.com
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*Esta columna es una reflexión y no intenta ser un diagnóstico.
]]>- Primero saludamos al sol con todo nuestro cuerpo creciendo y apuntando hacia arriba.
- Segundo, saludamos al agua y al mar convirtiéndonos en un bote.
- Tercero, saludamos al cielo, apuntando nuestro pecho hacia arriba.
- Cuarto, saludamos a la tierra con nuestras manos tocando el suelo.
- Finalmente saludamos a nuestro cuerpo masajeando la espalda como un bebé feliz (aquí pueden hacer un pequeño y suave balanceo).
Aprovecha de bajar este mini afiche que creamos para que lo pongas en el lugar donde van a practicar:
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Gran parte de las tensiones musculares producto del sedentarismo se manifiestan en nuestra espalda. Nuestra columna vertebral es el soporte principal de nuestro cuerpo y la gran cantidad de horas que pasamos sentados atrofian su postura natural no dejando que el peso de nuestro cuerpo y cabeza se distribuyan orgánicamente ¿qué tenemos como resultado? con el tiempo vamos sintiendo molestias o rigidez que incomodan nuestro día.
Nuestra propuesta es que te tomes 10 minutos por la mañana o al finalizar tu día para hacer esta secuencia. Sólo necesitas ropa cómoda, un espacio despejado, una colchoneta o alfombra donde estirarte y estar dispuesta a conectar con el soporte de tu cuerpo: tu columna.
Como apoyo puedes usar las mismas tarjetas del libro Juguemos al yoga o estas imágenes que te dejamos aquí.
En caso de que tengas lesiones de disco te recomendamos consultar con tu médico antes de realizarlas.
Recuéstate. Siente el peso de tu espalda en el suelo, separa las piernas del ancho de tus caderas y lleva los brazos a los costados, girando las palmas hacia arriba, esto es shavasana. Si tienes lordosis puedes flexionar tus rodillas o colocar un cojín bajo ellas, de esta manera tus lumbares se extenderán cómodamente el suelo.
Sin levantarte dobla tus rodillas, con las manos toma del arco de tus pies y flexiona las rodillas, como si las llevaras a las axilas. Proyecta tus talones hacia arriba. En la postura del niño feliz, ananda balasana. Puedes balancearte hacia los costados, como masajeando tu espalda.
Ponte de pie. Ubícate al comienzo de tu colchoneta en tadasana, postura de la montaña. Pies juntos, cuerpo activo, brazos a los costados. Inhalando eleva tus brazos al costado de tus orejas. Si te sientes fuerte puedes flexionar tu espalda hacia atrás, cuidando que tu cuello siga alineado a tu columna.
Exhalando flexiona tu espalda desde las caderas hacia adelante. Suelta tu cabeza en uttanasana, la pinza de pie. Mantén tus muslos firmes pero si sientes dolor puedes doblar suavemente las rodillas. Mantén 30 segundos.
Apoya tus manos en el suelo y lleva con tus piernas hacia atrás elevando tus caderas en adho mukha svanasana, el perro mirando hacia atrás. Para empezar mantente solo unos segundos, con el tiempo podrás permanecer más.
Exhalando lleva tus rodillas al suelo y alinéalas con tus caderas. Inhalando mira hacia arriba, acentuando tu lordosis natural, y al exhalar mira hacia abajo, curvando tu espalda hacia arriba en Chakravakasana, la postura del gato. Puedes repetir 5 veces.
Descansa en la postura del niño, balasana, sentándote sobre tus talones, llevando la frente al suelo y los brazos a los costados. Al inhalar visualiza la piel de tu espalda ampliándose, envía alivio a tus lumbares. En las exhalaciones suelta el peso de tu cuerpo. Mantén esta relajación el tiempo sientas necesario.
Si tienes tiempo, repite la secuencia 4 o 5 veces. Intentando mantener a lo menos dos respiraciones completas en cada asana y ¡A rejuvener esa columna!
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Practicar yoga es una forma divertida de desarrollar habilidades en un entorno positivo y sin competencia. La calma y bienestar que se logran es importante para el desarrollo físico y emocional de los niños, ya que les ayuda a relajarse y divertirse.
Los niños aprenden a respirar de forma correcta y profunda. Esta técnica mejora el funcionamiento del aparato respiratorio y calma la mente, porque cuanto más tranquila y regular es la respiración, más se calman los pensamientos ¡y los adultos también!
Las posturas de yoga nos ayudan a entrar en sintonía con el propio cuerpo y también:
Finalmente, lo más importante: Enséñales que el sentido está en disfrutar las sensaciones que entrega el cuerpo. Que el yoga no busca la perfección y el verdadero aprendizaje es disfrutar el camino y escucharnos a nosotros mismos.
Ahora puedes empezar a practicar con ellos usando este cuento.
]]>Cada mañana la montaña (1) despertaba esperando que el sol (2) ascendiera hasta hacerle cosquillas en la espalda. Le gustaba mucho el día, pues en las noches sentía frío y a veces le daba miedo el sonido de los animales nocturnos.
Los rayos del sol avanzaban desde la cima hasta la base de la montaña, donde había unos enormes manzanos. Un día llegaron un grupo de niños a cosechar manzanas, se agacharon como pinzas (4) para recogerlas… ¡pero un extraño ruido los perturbó! Levantaron la cabeza como monos (3) y miraron hacia el frente. Una niña les dijo que era mejor prepararse para correr, pues podía ser una manada de animales salvajes. Entonces pusieron una pierna entre sus manos, como si fueran corredores (13) de una competencia muy importante…
La montaña, que miraba todo desde arriba, notó que unas cobras (16) observaban a los niños, que estaban a punto de ponerse a correr. Una de ellas fue vista por la niña, que, muy valientemente, levantó su cola y alargó su espalda como un perro (14) mirando hacia atrás, y ladró tan fuerte que las cobras huyeron cerro abajo.
Los niños se pusieron muy contentos, habían sido valientes y ahora podrían volver con sus manzanas de vuelta a la casa. Habían sido fuertes corredores (13), dispuestos a enfrentar cualquier aventura, pues tenían la astucia de los monos (3) y la bendición del sol (2), que los había iluminado esa mañana.
La montaña (1) se dio cuenta que esos niños eran las estrellas (8) que la cuidaban en la noche y los guerreros (10) que la defendían en el día… y cuando ya volvió el sol a esconderse, bajó los ojos y se imaginó como un niño (5), posando su cabeza en el suelo, agradeciendo haber visto salir el sol otra vez.
¿Te gustó?
Te invitamos a que juegues y armes tu propia historia junto a tus pequeños yoguis. Puedes combinar las cartas rojas, con las verdes, amarillas, azules y moradas. De esta manera guiar la práctica será más divertido y lograrán trabajar la respiración, meditación, fortalecimiento muscular, corrección de postura y trabajo con emociones y sensaciones.
Autora: Martina Pedreros - Vani Devi.
Los niños aprenden a respirar de forma correcta y profunda. Esta técnica mejora el funcionamiento del aparato respiratorio y calma la mente, porque cuanto más tranquila y regular es la respiración, más se calman los pensamientos ¡y los adultos también!
Antes de empezar a practicar yoga con ellos, es bueno hacer una pequeña reflexión:
Finalmente, siempre es bueno recordar que cada niño es único, aprenderá y experimentará las sensaciones de forma diferente. Eso es yoga🙏🏻.
Quieres una secuencia de yoga para jugar con ellos ¡tenemos una aquí!
]]>Existen varios ejercicios y posturas de yoga que pueden ayudarte a corregir esto. Aquí te dejamos una mini secuencia de 3 que puedes practicar de pie o sentada en tu casa, oficina o en la fila del banco por 30 segundos 😊
Antes de empezar considera estar de pie o sentada en forma equilibrada. Distribuyendo el peso en ambos pies o en los dos costados del cuerpo.
Es la versión más simple de esta secuencia. Solo necesitas tomarte los codos y pegar los brazos a tu espalda. No hagas fuerza, solo aprovecha de levantar tu mirada y buscar el punto en que tu cuello está centrado respecto de tu columna.
Controla también tu abdomen acercándolo suavemente hacia dentro.Revisa esta mini secuencia que preparamos con la ayuda de la instructora Alison Quigley de Puerto Varas.
No mucho, básicamente lo que ya debes tener en tu hogar, cojines o frazadas que puedas doblar y usar como soporte, un sillón o silla firme y tiempo, para que puedas mirar los vídeos, revisar las indicaciones y hacer las posturas con atención y cuidado, respetando tus propios tiempos y lo que tu cuerpo te va indicando.
Muy importante es "observar tu respiración" mientras haces las posturas, no intentes forzarla, solo deja que se vaya suavizando en la medida que te vas calmando.
Esta postura puede ser muy intensa si la practicas por primera vez. Se llama Adho Mukha Svanasana y tiene muchos beneficios, entre ellos fortalece los brazos y las piernas, estira toda la musculatura posterior de las piernas y nos deja con más energía.
Hay tres puntos importantes que no puedes pasar por alto:
- El apoyo para tu cabeza debe ser suficientemente alto para que puedas posar tu cabeza suavemente, sin doblar los brazos ni curvar tu espalda.
- Si te molestan las piernas puedes doblar las rodillas.
- Aunque esta versión de la postura es para descansar, tus piernas deben estar activas. Así logras que el peso se distribuya mejor y no exijas demasiado a tus muñecas y manos.
Esta postura es una variante de Viparita Dandasana y nos ayuda a estimular la circulación mientras energiza todo el organismo.
En las escuelas de yoga se usan cojines especiales con forma de cilindro llamados "Bolster", pero puedes tomar una almohada normal y enrollarla con una frazada. Lo importantes es que tu "cojín" soporte tu peso, no se aplaste fácilmente y que lo ubiques directamente debajo de tus escápulas ¿dónde es eso? justo donde se abrocha el sostén ;)
Apoya tu cabeza plácidamente en el suelo mientras sientes que tu pecho se abre con cada inhalación y exhalación en la postura.
Cuando desarmes hazlo lentamente.
El nombre de esta asana es Sarvangasana nos beneficia mejorando el proceso la digestivo, alivia el insomnio y reduce la fatiga.
En esta variante de la postura tienes todo el cuerpo en diagonal y apoyado en tus cojines.
Tu cabeza reposa suavemente sobre el suelo, el peso está en los hombros. Pero si tienes alguna lesión cervical deberías omitir esta postura.
Un agradecimiento especial a Alison Quigley, Profesora de yoga en Puerto Varas, por la colaboración en la secuencia y los vídeos. Puedes conocer y contactar a Alison en su Instagram: @alisonmqs