Balasana, ahora es un buen momento
¿Empezando la semana y ya estás agotada? Tómate un par de minutos para intentar Balasana, la postura del niño, te ayudará a calmar, relajar y empezar a tomar contacto con tu cuerpo. Solo necesitas una frazada, un espacio tranquilo y ¡un poco de paciencia!
- Empieza preparando una frazada o algo blando sobre el suelo y siéntate apoyando tus rodillas.
- Inhala y exhala con calma, con la siguiente exhalación baja tu frente hasta apoyarla suavemente el suelo, mientras tus nalgas se apoyan en los talones.
- Relaja los brazos hacia delante o hacia atrás.
- Deja que el peso de tu cuerpo se distribuya por igual entre nalgas y la frente.
Aquí es donde empieza lo interesante. Mientras logras ir calmando y profundizando tu respiración, vas a ir notando como tu cuerpo cede algunos milímetros y al mismo tiempo se relajan las articulaciones.
No la practiques si estás embarazada o con alguna lesión en la rodilla.
Si tu frente no llega al suelo o tus nalgas no tocan los talones, tienes que poner cojines o más frazadas como te mostramos en esta imagen y así lograr el descanso. Recuerda que esta es una postura pasiva y no habrá relajación si estás forzándote. Deja que la respiración haga la magia.