Contención en tiempos difíciles
Contención en tiempos difíciles
Estamos atravesando por una revolución profunda y compleja, en la que han surgido historias, dolores, miedos, rabias y un sinfín de emociones que hoy llevamos a flor de piel. Llegamos al anochecer sin lograr decantarlas y entonces, nos sorprende el día siguiente con más incertidumbre.
En casa, niños y niñas demandan nuestra atención, algunos están asustados y quieren dormir en la cama de los papás, otros están rebeldes y peleadores, otros tristes, hay quienes se están comiendo el refrigerador completo y otros que ya no desean comer. Aparecieron los miedos a la oscuridad, a que pase “algo malo”, inexplicable con palabras, que a veces parece sin sentido o irracional.
Tantas veces en estos días hemos visto sufrir a nuestros niños y no sabemos como ayudarles o no resulta lo que ya hemos intentado. Como mamá y como terapeuta infantil, les comparto algunas estrategias sencillas para hacer en casa.
La clave para conectar emocionalmente, es sencilla y la podemos resumir en la sigla RIE: RECONOCE - IDENTIFICA - EXPRESA.
1) RECONOCE
En este contexto país en particular, el desafío es doble, los padres debemos reconocer aquello que está causando el malestar de los niños y, además el CANAL mediante el cual, lo están expresando.
Te pongo un ejemplo;
Pablo tiene 6 años y hace una semana anda muy regalón, busca dormir con sus padres, pelea con sus hermanos, llora estrepitosamente y sueña que está en la calle, se suelta de la mano de su mamá y se pierde en el tumulto; despierta llorando angustiado. Durante el día tiene miedo de perderse o que a su mamá le pase algo malo cuando sale a trabajar.
En este caso el malestar sería miedo e incertidumbre. Es decir, esas emociones que se nos vienen cuando sentimos que se nos ha movido el piso y ya no estamos tan seguros como antes, sentimos que ocurrió algo que pone en duda nuestras antiguas seguridades.
Todas esas conductas extrañas de Pablo, tienen algo en común: “necesita aferrarse a quien le cuida porque siente MIEDO y, pelea con sus hermanos para asegurarse para sí, el máximo de atención posible, en palabras simples diego está pensando: “Aunque sea porque me estén retando, pero si tengo toda la atención de mis padres sobre mi, estarán atentos y no me podré perder ni me pasará algo malo”
¿Empieza a tener sentido?
Si te fijas, todas esas conductas extrañas que los niños presentan tienen un hilo, algo que los conecta y les da forma. En este caso, el hilo es el MIEDO y todas las conductas de Pablo, le ayudan a buscar estrategias para sentirse más seguro y contenido: que le pongan atención, que lo dejen dormir en la cama de los padres, que le hagan más cariño.
Si los adultos no logran ver este mensaje y lo retan porque se está portando mal, de todos modos se cumple el objetivo inconsciente, de tener para si la atención y protección.
2) Identifica o Sintoniza
Sintonizar es como si al igual que una radio, pudieras ecualizarte en la misma señal que tu hijo.
En el caso de Pablo, su canal es la EMOCIÓN, Pablo tiene miedo, está asustado ¡y no es para menos! De pronto, el entorno social se volvió violento, amenazante e inestable. La conversación rutinaria a cambiado, también los ritmos del día a día, las emociones de las personas que ve a su alrededor. Ante cambios tan repentinos es normal angustiarse y agobiarse, al no poder comprender que está ocurriendo.
Pero ojo, Pablo no está pidiendo explicaciones, está pidiendo seguridad y eso es una EMOCIÓN, por lo tanto, cualquier esfuerzo que realicemos por explicarle que todo va a estar bien o por qué están sucediendo los hechos que ve en su entorno, serán en vano, habrá que esperar a que Pablo pregunte ¿por qué está pasando esto? O preguntas similares como ¿por qué haya carabineros en las calles?, ¿Por qué la gente protesta? Esas son preguntas racionales y frente a ellas, sí corresponde dar explicaciones. Pero mientras Pablo, está soñando angustiosamente que se suelta y se pierde, o siente miedo de que a su mamá le pase algo malo, el canal de expresión es emocional, por lo tanto tu respuesta también debe ser emocional, necesita que lo tomen, que lo abracen, que sus adultos le hagan sentir protegido, seguro y cobijado.
3) Expresa
Esta es la parte más linda, donde puedes echar a volar toda tu creatividad
¡Expresa! La forma más fácil y la primera es hablar, decir “Estoy contigo”, “te estoy cuidando, estoy acá, te defenderé si estás en peligro” Háblale con frases que hablen de seguridad y protección.
¡Recuerda! Frases racionalizadoras que intenten explicarle la situación o decirle que “no tiene de qué tener miedo”, no vienen al caso en esta ocasión. Si, tiene miedo y no podemos ignorarlo ni pretender que no está. No podemos aplacar las emociones, ni hacerlas desaparecer, las emociones necesitan de otro que las reciba, que las contenga y sólo de ese modo, podrán salir y volver a la calma.
Además de hablar, hay otras formas, puedes usar la fantasía, ejercicios de respiración y de yoga, y también cuentos.
En el libro “Como estoy” podrás encontrar la actividad de las “Estrellas de gratitud” te la recomiendo mucho para estos días, también ayuda hacer masajitos, contarles de alguna vez que tuvieron niños cuando fueron pequeños y como lo resolvieron.
Y por último… no hagas y por favor, en serio no lo hagas.
- No cambies de tema. Así les harás sentir que no importa lo que están sintiendo. Necesitan contención.
- No los abrumes con exceso de información.
- No los retes. A veces los padres dicen “ya lo conversamos”, como si fuera una fórmula infalible para volver a la calma, pero no lo es, porque no es conversación lo que necesitan, es comprensión, empatía, necesitan saber que comprendes su miedo y que ahí estarás para ayudarles a reconstruir su calma y su seguridad.
🥰 Gracias por leer hasta aquí!
Autora: Carmen Moraga.
Psicóloga clínica, directora de Amancay Consultores y y coautora del libro ¿Cómo Estoy? para trabajar las emociones con los niños.
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*Esta columna es una reflexión y no intenta ser un diagnóstico.