Derribando mitos: “Cuando me metí a yoga no pensé que saldría cansado de las clases”
Derribando mitos: “Cuando me metí a yoga no pensé que saldría cansado de las clases”
Francisco Vidal Mora tiene 53 años y desempeña en un cargo profesional en un banco hace 25 años. Siempre le ha gustado practicar deportes, y a pesar del poco tiempo que tiene, se las arregla para correr entre 25 y 30 minutos por semana, practicar sky en invierno, andar en bicicleta y hace algunos años, dejó de jugar fútbol por una lesión en la rodilla.
En su búsqueda de algo distinto, hace más de un año conoció el yoga como disciplina, gracias a una compañera de trabajo que se lo presentó. Desde un comienzo, le advirtieron que sería un cambio radical a todo lo que venía haciendo, que en ese minuto se limitaba a ir al gimnasio, y al cabo de un tiempo no pudo dejar de practicar yoga.
Si bien la crisis sanitaria por el Covid-19 ha impedido que pueda asistir a clases regularmente, está participando de clases virtuales gracias a su trabajo, y esto lo ha mantenido activo.
Recuerda que conocía vagamente lo que era el yoga, y tenía una visión bastante escética sobre el tipo de ejercicio que se realizaba. “Esto lo veía como ejercicios para mejorar la flexibilidad y cosas por el estilo. Jamás hubiese pensado que habían ejercicios de meditación, respiración, tonificación de músculos”, explica.
¿Cuál fue tu motivación para ser constante en la práctica?
-Cuándo empecé a conocer más y darme cuenta que esto iba más allá de músculos y flexibilidad, entré en un mundo más de estar conciente del aquí y ahora. Asistir a clases me hacía desconectarme del estrés de la vida. Poco a poco fui adquiriendo mejor concentración, meditación y suena raro, pero comencé a escucharme a mí mismo, estar conmigo y cuestionarme ciertas cosas. El yoga me dio este espacio.
¿Cuáles fueron los mitos que derribaste luego de lograr continuidad en la práctica?
-El primer mito que se derribó fue encontrarme con más hombres prácticando yoga. Siempre éramos dos o tres en clases de 10 o 12 personas. Me encontré con personas que eran más metódicas y profesionales que yo, que entraban a yoga complementando otras disciplinas como el running, surf, maratonistas y esto les permitía tonificar y mejorar su condición física.
¿Sientes que el yoga ha contribuido en cuerpo, mente y espíritu?
-Yo creo que sí. Me acuerdo que cuando me metí a yoga no pensé que saldría cansado de las clases, y salía exigido, transpiraba en clases, cosa que nunca imaginé. Todo esto es porque hay que mantener el equilibrio, las posiciones y las torciones. Este tipo de cosas no las piensas cuando ingresas a esta disciplina, te da un foco y una concentración que no se ve de afuera.
¿Compartes los logros que ha obtenido con tus amigos y familia?
-Mis hijos, mis padres y amigos saben que estoy en esto. Al principio no podían creerlo pero después estaban muy entusiasmados. Hay gente que te ve que sigues en esto y te pregunta si pueden comenzar, si están a tiempo y la verdad es que para el yoga no hay edad, no hay sexo, ni impedimentos para iniciar esta disciplina.
Francisco se muestra convencido que esto fue un descubrimiento que lo acompañará el resto de su vida. Para él, la práctica del yoga es un complemento en su día a día, es algo que le sube el ánimo y mejora su condición física.
Por otro lado, sostiene que hay mucha desinformación por parte de otros hombres que piensan que el yoga no los ayudaría a mejorar su condición física, a “bajar la guata, y caen en el estereotipo que para quemar calorías deben realizar ejercicios de cardio, y desde afuera el yoga no se ve con ese gasto energetico. Pero una vez que estás adentro, y comienzas a hacer de buena manera las asanas y fortalecer bien los musculos a apretarse un poquito al realizar ejercicios de equilibrio y torsión, te das cuenta que sí hay un gasto focalizado de energía, y que tiene emparejado la meditación y el estar con uno mismo. Algo que otras disciplinas no entregan”, explica Francisco.
Bajar el nivel de estrés y ansiedad de la sociedad actual es uno de lo beneficios más importantes que ve Francisco en el mundo de hoy. Por esto, cree que si todos tuvieramos estos momentos de meditación, de estar con uno mismo y de bajar el ruido externo la sociedad, todo sería mucho mejor de lo que es ahora.